Metro de Lima

Era domingo y nos estábamos yendo a la casa de un amigo a estudiar para el examen del lunes, eran como las 5 de la tarde, un domingo como siempre aburrido. Entro la llamada a mi celular, la noticia me dejo en blanco por un rato, la noticia de un accidente de unos compañeros me dejo algo preocupado, se supone que estaban en un hospital de lima trasladados de urgencia. En esas épocas solíamos hacer practicas en algunas provincias donde hacíamos un estudio previo y después ya regresábamos con el resto de los que llevaban el curso a la zona.

A ellos les toco ir al tramo de la Ticlio-Oroya-Tarma, una buena zona de estudio.

Llegamos al hospital ya algunos otros compañeros habían llegado también, encontramos al profesor del curso ya ahí, mas pálido no podía estar. No sabia quien, pero le avisaron del accidente.

Fue más trágico de lo que pensé.

Todos estábamos ahí afuera del hospital aterrorizados, éramos un grupo de unas 15 personas. Fuimos escuchando al profesor los detalles del accidente. Solo habían trasladado a lima a dos personas que estaban graves, uno de ellos no resistió y falleció en el camino. El resto de ellos habían fallecido en el acto.

Creo que todos nos imaginamos estar en la posición de los fallecidos, cualquiera de nosotros pudo haber sido.

Eran ya como las 8 de la noche y sus familias no sabían de nada, teníamos que ir a comunicarles. Que noche tan difícil, que duro y no me gustaría volver a pasar por eso. Nos repartimos para ir a comunicarles el fallecimiento, pensamos que no solo era cuestión de llamar por teléfono.

Fuimos a casa de tres de los fallecidos, en cada una de ellas no sabíamos como decir, pero tal vez nuestro propio susto ya iba transmitiendo la fatal noticia, cada cual mas dramática que la otra. Terminamos nuestro recorrido como a la una de la madrugada. Previo nos metimos un ron como para terminar de asimilar la perdida de tantos amigos, aunque el ron no sirvió de mucho, solo sirvió para recordar muchas cosas de todos ellos.

Esa noche no dormí bien, soñé y tuve pesadillas……….llore y tuve que tomar un poco de agua para calmarme.

Salí temprano para universidad, habíamos quedado en encontrarnos temprano y coordinar algunas cosas. Al llegar me tope con el profesor del curso, su cara era peor que la del día anterior. Me pidió que lo acompañe a la Oroya a la morgue para poder retirar los cuerpos, fuimos con la camioneta de la universidad y el rector de la facultad.

El viaje fue un silencio total, casi sepulcral, todavía no llegábamos a la Oroya y ubicamos el lugar del accidente, todavía había vidrios rotos y rastros del choque. Al pasar por ahí la sensación de pena se sintió muy fuerte. Solo nos detuvimos una vez en todo el camino, casi chocamos y nos detuvimos mas adelante para tomar un trago que el chofer saco de su guantera. Paso como agua debido al frió y lo otro también.

Llegamos a la morgue de la Oroya, ya habían llegado algunos familiares y unos cuantos periodistas. Teníamos que esperar a la funeraria para poder sacar los cuerpos, me quede afuera de la morgue esperando, no quise entrar.

Llego la carroza que iba a traerlos a lima, no había muchos quien ayuden a sacarlos, estaban en bolsas negras, recuerdo que ni siquiera quería hacer eso, pero tuve que dar la mano por que casi se le cae a una de las personas que intentaba ponerlo dentro del coche. Agarre la cabeza de alguien, aun lo recuerdo, no se quien de ellos habrá sido.

Al llegar a lima ya la facultad estaba preparada para recibirlos, llegamos de noche y previa misa en una de las aulas después cada uno de ellos partió a su respectiva casa, rodeado de familiares y amigos. Nos dimos tiempo para estar en cada uno de los velorios, parecía que la noche no iba a terminar, viajamos por todo lima esa noche, algunos estaban de polo a polo.

“Chispita” sobrevivió al accidente, pero estaba mal, tenia un cuadro de hidrocefalia, estuvo en coma por dos meses, pero su estado era muy grave, al parecer solo le daban tiempo para lo peor. Se hicieron muchas actividades para apoyar los gastos hospitalarios, finalmente el falleció a los meses, una vez mas la facultad se tiño de negro. Fue un golpe más a la amistad que todos sintieron reforzadas.

Se hizo un viaje en homenaje a ellos, se llevaron rosas y muchas ofrendas al sitio del accidente, muy emotivo y algo masoquista para el que le gustaría sufrir eso.

Después de eso, cambiaron muchas cosas, paso algo extraño en los meses y años posteriores fallecieron mas compañeros, en algunas casos muy extrañas. El miedo estaba en cada aula, en cada pasadizo, en cada viaje que teníamos que hacer. Felizmente un día paro esto, ya casi sin darnos cuenta, ya no sabíamos de una nueva muerte. Fue la racha más trágica que paso en la universidad.

Ya han pasado 5 años, y hoy me entere de algo parecido en otro país, no pude dejar de recordar a aquellos amigos, espero alguien mas se acuerde y por lo menos prenda hoy una vela por ellos, yo si lo haré, y no solo por ellos, si por cada amigo que tengo aun vivo y por las personas que mas quiero, estando lejos de todo el mundo, siento que los extraño mucho.