Metro de Lima

Ayer fue uno de esos días en los que quieres que tu lengua sea mas fluida y poder decir muchas mas cosas de las que dijiste. Ayer fue uno de esos días en los que quieres que las cosas que pronuncias provoquen un temblor en las personas que tienes delante de ti y ver las emociones a flor de piel. Que difícil momento, que momento mas difícil y trascendental en la vida de todo hombre. Es uno de esos días que nunca me voy a olvidar, no me voy a olvidar de las miradas, de los gestos, de las sonrisas, de algunas lágrimas. No es tan fácil como a veces se cree, por mas de toda la confianza que tengas con el resto de personas que tengas ahí al frente, mirándote, con la expectativa de cada palabra que vas pronunciando. Es difícil el juego de palabras que vas hilando para darle sentido a lo que tu corazón quiere decir.

Ayer fui a pedir la mano de mi Lethy, ayer fue el día que se me formo un gran nudo entre la garganta y el corazón. Estar delante de parte de su familia, con las miradas puestas en mis gestos, palabras y frases. No soy una persona que le es fácil estar delante de otros, pero estaba ahí. No había momento en que me anime a decir algunas palabras y cortar de alguna manera la charla del desayuno familiar. Siempre que quería empezar con mi discurso alguien se me adelantaba y terminaba con la palabra en la boca, nos mirábamos con Lethy y soltábamos una sonrisa cómplice, estábamos de las manos y sentía su apoyo con cada apretón y caricia que me daba. A medida que íbamos terminando el desayuno sentía ya que debía de ser el momento preciso de hablar antes que todos se levantaran. Los nervios me hacían ver de todo, lo que menos quería era que alguien me interrumpa, por que esta vez tenia que lanzarme.

Por fin se hizo un silencio y tuve que vencer esa timidez por empezar con el pedido formal. No recuerdo mucho las cosas que dije ayer, me dirigí a su mama, a sus hermanos, a Lethy, si había alguien mas también lo hacia, no quería que nadie se sienta excluido de mi pedido. No recuerdo las frases exactas que dije, por algunos momentos la cosa se puso muy feeling y no pude dejar de soltar algunas lagrimas, mas a ver a mi Lethy igual de emocionada que yo. Me gusta el color rojo que se pone su nariz cuando llora. Hable por fin lo que tenia que decir, no me pude ni siquiera imaginar la reacción que pudo haber. Vinieron algunas palabras de felicitaciones, escuché algunas cosas bonitas para mi persona que fueron muy reconfortante para tal suceso.

A medida que veía las reacciones de los presentes, sentía un gran alivio como que la presión bajaba a niveles mas bajos. Les contamos de nuestros planes, de nuestras metas y un poco de nuestro presente como pareja. Lo de ayer solamente fue la formalización de algo que ya venimos haciendo en todos estos años. Nunca me sentí mas acompañado que ahora, nunca me sentí mas realizado que después de ayer. Son escalones que voy subiendo, pasos ya mas firmes. Nunca me imagine esta situación, pero uno ha pasado por tantas cosas que solo sabes que llego la persona correcta a tu vida. Y esa felicidad llega sola, sin apuros, ni complicaciones. He sufrido mucho en otras épocas y no por mi falta de experiencia, ni por la forma como soy. Simplemente no fui visto con los ojos que quise que me abrigaran. Todo eso ayuda a sensibilizar la razón y al corazón, se vuelve como un detector de sentimientos puros, si no late cuando ves a alguien, es mejor dar la vuelta o ceder el paso y que siga su camino.

Lo único seguro que sabia que iba a suceder era que iba a botar mis lagrimones, habrá alguna pastilla para no llorar? Son muy sensibles o soy un llorón?...............creo que lo ultimo lo tengo mas seguro.

Al momento de estar ahí hablando delante de todos, fui recordando en mi mente algunos momentos en los que pase con Lethy e iba diciéndome: bien!, al ver las demostraciones de cariño que siempre me hizo. Cada vez era mas y son de esas preguntas que te haces: ¿Por qué me quiere tanto?, las cosas siempre han ido mejorando día a día, incluso esta distancia que nos tiene muy lejos físicamente no ha podido vencer este lazo, mas bien se afianzo y se fue endureciendo y formando muchas capas, donde cada capa representa una etapa, una maduración, el fin del nuevo comienzo.

No queremos la gran boda, no queremos la gran fiesta, solo estar con las personas que mas consideremos, que compartan con nosotros este momento,. Quiero la boda mas sencilla y significativa que pueda ser, ir a la esencia de la ceremonia y nada mas, lo que venga después ya es un accesorio a lo que debe de ser lo primordial. Deseo que participar de esto a nuestros amigos más cercanos, que sean testigos de nuestra felicidad. No quiero que la gente llegue con ropas nuevas o adornadas de piel a cabeza, no es lo que quiero de ellos, no me importa como vayan vestidos, solo me importa su asistencia, por que se de antemano a quienes consideré. Espero no ver a gente que ni siquiera conozco, salvo excepciones.

Si en algún momento pensé en casarme, siempre me gusto la idea de que sea muy sencilla, que sea en el campo, en un día soleado, al medio día, rodeado de naturaleza, y parece que esos sueños no tardan en ser realidad, el matrimonio no va a ser en la caótica Lima, si no en provincia en un lugar con las características que queremos los dos. Ya estamos en los previos, el tiempo no pasa en vano, y las cosas suceden por algo. Suceden cuando tienen que suceder, ni antes ni después.

Creo que de alguna manera los pocos amigos que he podido tener por este medio, también me hacen sentir acompañado con sus comentarios y consejos y agradezco eso, somos un grupo de personas que solo se conocen por lo que escribimos, nos podemos estar cruzando por la calle sin saber quienes somos. No podía dejar de participarles de esta noticia.

Hoy ya Lethy debe de estar viajando de regreso a Lima a retornar con sus labores y empezando a ver ya algunos detalles, yo me quedo con esa pena de no poder hacer mucho las cosas juntos, y de lejos estamos que coordinamos todo, pero eso tiene su merito, se ve y noto su gran presencia en todos mis días, a un sin amanecer sin ella. Ya vendrán los días en los que los primeros rayos del sol nos despierte de nuestra cama y vea sus pecas que me encantan y ese hoyito que se le forma en la mejilla cada vez que sonríe.

Me caso, y se que será de la forma mas especial que ambos deseamos, las celebraciones vendrán después, no solo ese día brindare por la mujer que tengo a mi lado, será motivo para siempre alzar la copa y decir: “salud”, día a día celebraremos esta alianza, no solo en nuestra boda.

Lazo